Por Yoann Glocheux
Viajando en México ustedes van a descubrir lugares y paisajes maravillosos así como una fauna y flora muy hermosa. México posea una biodiversidad extraordinaria, una de las más densas del mundo.
Pero la relación de los mexicanos con el medio ambiente es muy paradójica. Por un lado cuidan los sistemas naturales por medio de reglamentaciones, áreas naturales protegidas y programas de preservación de los recursos ambientales y, por el otro, tienen un modo de vida y costumbres con respecto al medio ambiente que pueden ser cuestionables.
La manera de vivir de los mexicanos cambió mucho en los últimos años. Mientras que antes comían y vivían en armonía con la naturaleza, ahora adoptaron la mayoría de los productos y costumbres americanas. Es sorprendente ver hasta un indígena chiapaneco tomando una coca mientras practica sus rituales ancestrales.
Esta paradoja mexicana se ilustra bien a través del manejo de los desechos en el país. En México se practica el sistema de envases retornables para la mayoría de las bebidas. Muchos países en el mundo adoptaron sistemas mucho menos sostenibles, de reciclaje general, tirando todo para reciclarlo después. Lo que es una real pérdida de energía, dinero y una fuente de contaminación suplementaria. Las latas vacías también se recuperan, para revenderlas para su peso de metal, como no vale mucho en general son gente de poco ingreso que se encarga de este papel. Pero cuando un envase no tiene valor directo, se tira donde sea, lo que podría ser indignante. Como extranjero sería mal visto sermonear a un viejo mexicano que siempre vivió así, tirando antes desechos biodegradables.
La contaminación es un hecho real en México, y el gobierno mexicano toma en cuenta este problema de manera seria. Por ejemplo, en México DF, existe un sistema de minimización de la contaminación atmosférica para los carros. Según la terminación de la matriculación de los carros sólo se puede manejar ciertos días de la semana, si se termina en 1 o 2 no se puede manejar el Lunes, 3 y 4 el Martes y así continua. Además a mayor nivel de alerta de contaminación, menos carros pueden circular. Las industrias también pueden ser afectadas, bajando sus niveles de actividad para evitar tasas de contaminación del aire cuando son demasiado altas. En 1990, la ciudad de México puso el nivel más alto de alerta a la contaminación, bajando todas las actividades, en efecto el aire estaba tan contaminado que las palomas morían en vuelo, cayendo del cielo.
Les aconsejo disfrutar de su tiempo en México para viajar y visitar lugares mágicos y descubrir los paisajes, pero cuidando al medio ambiente de este lindo país como si fuera el suyo.
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