martes, 12 de mayo de 2009

Manejando en México

Devin Mathis
Manejando en México

Al llegar a México, la primera cosa que vas a notar es la manera en que la gente maneja. Aunque todos los elementos de la conducción, como la sabemos en los Estados Unidos están presentes, es algo totalmente diferente. El primer elemento que varía es la velocidad. Aparentemente es apropiado manejar a la velocidad de la luz, incluyendo a las pequeñas ancianas. Esta velocidad se debe al hecho que nadie presta atención a las señales de tráfico. Creo que las señales de velocidad no tienen nada que ver con la velocidad de coches pero significan algo totalmente diferente. Durante estos cinco meses en México todavía no he visto nadie que se haya detenido totalmente en una señal de alto. También he notado que es común manejar fuera de las líneas de la calle o manejar al lado de otro coche en la misma vía de conducción. Las calles tampoco tienen sentido. Es casi imposible salir sin saber exactamente las calles que necesitas usar para llegar y llegar sin perderse en cada cuadra. Sin señalamientos te puedes topar con calles de un solo sentido, túneles, puentes y salidas hacia destinaciones incorrectas.
Hay otro acontecimiento que es muy común en México pero no pasa mucho en las calles de los Estados Unidos: en México se puede sobornar a las agentes de policía. Durante estos cinco meses en México he sobornado a las agentes de policía dos veces. La segunda vez, solo tenía que pagar una “multa” de ochenta pesos (la equivalente de seis dolores y siete centavos). El que esto pueda pasar nos muestra el mal estado de la economía mexicana y del gobierno también. Pero de la perspectiva de la gente de los Estados Unidos, es mucho más fácil y muchísimo más barato pagar esta multa a la policía. Al mismo tiempo, una cosa que me pareció increíble es que los adolescentes toman en el carro sin importar las consecuencias. No tienen miedo porque saben que pueden acudir al soborno.
Hubo un tiempo cuando había mucha gente trabajando en la industria de servicios. Este es un rasgo que sigue siendo en México. Las gasolineras por ejemplo no permiten que eches tú propia gasolina, pero tienen empleados que lo hacen por ti. También miden el aire en las llantas y limpian el parabrisas.
En las esquinas más grandes vas a ver algo que te parecerá muy raro al principio. En casi todas las esquinas vas a ver payasos malabaristas y gente bailando. También vas a ver gente que vende revistas, comida, juegos para niños, flores y muchas otras cosas que no puedes imaginar.
Otra cosa que llamó mi atención fue el hecho de que hay carros en México que son mucho más pequeños que los que encontramos en los Estados Unidos. Por ejemplo, un modelo que nunca había visto es el Atos. Ese carro podría caber dentro de algunos carros que he visto en USA. También me llama la atención que le cambian los nombres a los carros. Por ejemplo, la camioneta de la Ford F150 aquí se llama Ford Lobo.

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