sábado, 25 de abril de 2009

La experiencia de vivir en una familia anfitriona

Por Regitze Hansen, Dinamarca

Mis razones para eligir vivir con una familia anfitriona era que creía que sería una buena manera de conocer la cultura, los costumbres, la comida del país y también para aprender mucho del idioma y practicarlo mucho con la familia.
Mi experiencia ha sido una mezcla de cosas buenas y cosas malas como se pudiera imaginar. Me parece que es difícil encontrar un buen balance en la relación entre la familia y los jóvenes que viven con ella. Lo que lo hace muy difícil es por supuesto también las diferentes culturas de las cuales venimos. En mi experiencia he tenido menos relaciones con la familia de lo que esperaba al eligir vivir con una familia anfitriona.
Al principio la familia me parecía muy abierta, muy amamble, muy hospitalaria y muy interesada en que fuéramos (mi compañera de cuarto y yo) parte de la familia. Como es muy normal aquí en México todos en la familia trabajan mucho y por eso es claro que no tienen mucho tiempo para estar con los estudiantes que viven con ellos. Al principio los vemos más a menudo pero con el tiempo ni siquiera se sentaron a cenar con nosotros. Lo que he visto en este caso y también en otras situaciones con mexicanos es que a veces son un poco más hospitalarios al principio que lo son más tarde y que dicen muchas cosas al principio que más tarde no van a cumplir solamente para dar a la gente una buena impresión de ellos a la primera vista.
Aunque entre estudiantes y la familia hay mutuo respeto y cada uno se percibe como personas decentes es posible llegar a ofender a los otros sin quererlo solamente porque tenemos diferentes costumbres. Nuestras diferencias culturales nos hacen actuar de la manera que de nuestra perspectiva es la mejor pero no significa que lo es para la otra persona y por eso tenemos malentendidos culturales. Las cosas buenas que he experimentado en la familia es que realmente uno ve como es una familia normal, corriente y buena en México y como es la cultura mexicana vivida en las familias diariamente.
Una gran parte de la cultura mexicana es la comida la que también es una cosa importante de la experiencia de vivir con la familia. Viviendo con una familia mexicana te hace probar mucha comida rica pero por supuesto también van a haber algunas cosas que no te gustan porque los costumbres de la comida también son diferentes.
Generalmente mi estancia con la familia ha sido buena. La chica que ha vivido conmigo y yo hemos podido tener privacidad porque hemos tenido como una parte separada de la casa para nosotras solas. Hemos podido ir y llegar como queríamos. Ha sido un poco difícil tener visita de amigas (amigos no se puede, pero eso es regla del Tec y uno lo sabe antes de vivir entonces está bien) porque hemos tenido que respetar las reglas de la familia como es su casa, entonces eso es una cosa un poco mala que se debe considerar al eligir este tipo de hospedaje. También hemos tenido unos pocos problemas con la comida a veces porque estamos acostumbrados a comer diferentes cosas y más verduras de las que se comen aquí y también hemos tenido algunos conflictos en los cuales hemos llegado a ofender a la madre y ella también un poco a nosotras lo que no es muy agradable y muy lamentable. Pero del todo no creo que me hubiera gustado estar con otra familia en lugar de esta.
Creo que he aprendido mucho de la mentalidad mexicana de vivir con la familia, mucho sobre la cultura y también he practicado mi español con ellos aunque me hubiera gustado que hubiera sido más. Estoy alegre por haberlo eligido pero si no hubiera sido por mi compañera de cuarto me hubiera sentido muy sola viviendo con la familia porque no vas a llegar a ser parte de la familia.
Para dar consejos a otros estudiantes que piensan vivir con una familia anfitriona aquí en México les diría que tienen que pensar mucho en que cómo son como personas. Tienen que ser buenos en adaptarse a la manera de vivir de otras personas, a nueva comida y estar seguros que tienen y muestran mucho respeto por los demás. Y también hay que tener en cuenta que los conflictos son casi imposibles de evitar y no necesariamente tiene que ser porque la familia o los estudiantes son malas personas o no tienen respeto. Puede ser solo porque lo que uno considera como ofensivo otra persona no lo considera así por nuestras diferencias culturales.

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